lunes, 1 de agosto de 2011
Se esfumo sin yo saberlo
Mi cara de niña, mi corona de buena, y mi cara de ángel; mi mirada perdida, mis mil dudas y mi fe eterna en el amor; mi negación al sexo por placer, mi creer en una vida bella y mi confianza en la fuerza del corazón; mi inocencia, mi niñez y mi inmadurez; mi desconocimiento del mundo prohibido, mi cero tolerancia al alcohol y mi miedo a la noche; mi confianza ciega en la bondad, lo que me enseño mi colegio y mi eterna precaución; mi querer comerme el mundo poco a poco, mi autoestima y mi nulo sentimiento de soledad; mi pequeña yo, mi yo...¿donde quedo la niña que era?
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